Quizá tú no me viste,
quizá nadie me viese tan perdido,
tan frío en esta esquina. Pero el viento
pensó que yo era piedra
y quiso con mi cuerpo deshacerse.
Si pudiera encontrarte,
quizá, si te encontrase, yo sabría
explicarme contigo.
Pero bares abiertos y cerrados,
calles de noche y día,
estaciones sin público,
barrios enteros con su gente, luces,
teléfonos, pasillos y esta esquina,
nada saben de ti.
Y cuando el viento quiere destruirse
me busca por la puerta de tu casa.
Yo le repito al viento
que si al fin te encontrase,
que si tú aparecieses, yo sabría
explicarme contigo.
3 comentarios:
hay que dar muchas vueltas para encontrar el amor, aunque sea en los bares
robert
Veo que elegimos más o menos lo mismo para leer en voz baja...y con un poquito de melancolía también...
El amor supongo que se puede encontrar dónde menos lo esperes, pero suele ser muy huidizo.
Las palabras que te atrapan suelen ser melácolicas, quizá cuando somos felices sólo nos preocupamos de disfrutar de esa felicidad.
Publicar un comentario